Nuestra teología de oración está formada por la práctica de Jesús registrada en los cuatro evangelios, en la enseñanza de las escrituras del Antiguo y del Nuevo Testamento, y en la historia de la iglesia cristiana. Oramos porque Jesús oraba. Oramos en la forma en que él nos enseñó a orar (Mateo. 6:9-15 y Lucas 11:1-11). Oramos usando toda la sabiduría y conocimiento disponibles para nosotros a través de las vidas y ejemplos de quienes se han ido antes que nosotros. Oramos en compañía y con la guía del Espíritu Santo. El Aposento Alto cree que la oración es una práctica espiritual que está disponible para todos. Nuestro compromiso es ayudarle a que descubra esta práctica por tu cuenta, y luego la haga disponible para otros.